Por debajo de la visión idílica del turismo, de sus espejismos y señuelos, el turismo esconde una realidad mucho más cruda sobre la que es necesario reflexionar. En efecto, los flujos turísticos, reveladores de las desigualdades Norte-Sur, acentúan las diferencias : los touroperadores transnacionales se reparten una parte creciente de los beneficios y el « primer mundo » siempre se impone como el principal emisor y receptor de los « emigrantes de placer ». Por eso el turismo se ha convertido en la primera fuente de ingresos para un tercio de los « países en desarrollo ».
¿Cuáles son los costos sociales, ambientales y culturales ? Privatización del patrimonio, destrucción de los ecosistemas, folklorización de las sociedades, trivialización de las costumbres. ¿Acaso el monocultivo del turismo de masa y la diversificación en todas las direcciones de su oferta no provocan un « nuevo uso occidental del mundo » ?
Así lo creen las iniciativas en materia de turismo ético. Solo resta que la realidad de las relaciones desiguales entre « visitantes » y « visitados », y la aún más global del desequilibrio entre los promotores de la industria turística y las poblaciones locales reclamen nuevas regulaciones.
La gran expansión del turismo es sin dudas un hecho indiscutible en lo que respecta al turismo internacional. De este modo, se pasó de 10 a 20 millones de desplazamientos turísticos fuera de las fronteras nacionales en lo que siguió a la postguerra, a unos 200 millones de turistas internacionales en 1975, 500 millones en 1995, 700 millones en 2002 y ¡808 millones en 2005 !
Por lo tanto, nos enfrentamos a un fenómeno capital de las sociedades contemporáneas, no sólo como hecho económico de primer orden, sino además como realidad sociocultural de envergadura internacional. Debido al aumento de sus flujos y del desarrollo de « sus técnicas de comercialización y de gestión a distancia », por el carácter multifuncional, global y reticular de su industria, a causa de la movilidad de sus clientes y de sus capitales, la actividad turística supranacional, durante mucho tiempo subestimada, se impone como « uno de los pilares más poderosos de la globalización » y asume en lo adelante « un papel central y decisivo » en la evolución de la economía internacional y de las relaciones Norte-Sur.
El conjunto de escritos que aquí presentamos servirá para una mejor comprensión de este fenómeno en sus diversos aspectos y para una actitud cada vez más crítica de lo que se nos presenta como un mundo ilusorio, sin fisuras y al alcance de la mano.