En este artículo, Daniel Núñez enumera
y analiza los impactos más profundos y
duraderos del movimiento estudiantil por
la educación desplegado en Chile a lo
largo de 2011, realizando un balance de
las transformaciones políticas desatadas
por este ciclo de luchas. Resaltando el
quiebre que el alcance y la masividad
de este movimiento supusieron en el
arraigado consenso neoliberal, el autor
repasa el rosario de sucesos inéditos
vividos por Chile en sólo un año ; desde
el regreso del “caceroleo” hasta la
neutralización –aunque seguramente
falte recorrer mucho camino para lograr
su erradicación de%nitiva– de la nefasta
“política de los consensos”, con el
pretexto de la cual los con&ictos sociales
eran procesados mediante acuerdos
cupulares que “resolvían” los reclamos
populares con soluciones cosméticas.
Tampoco se pueden pasar por alto
la estrepitosa caída en la aprobación
al régimen del presidente Sebastián
Piñera, los tardíos intentos de éste para
reaccionar ante un escenario que resultó
absolutamente impredecible a una
derecha triunfalista y autocomplaciente,
o el terremoto provocado al interior de
la Concertación por la interpelación para
que estableciera su postura frente al
movimiento.