Las integrantes de la Red de Feminismos Descoloniales hacemos eco de la convocatoria global al Paro Internacional de Mujeres el próximo 8 de marzo. Consideramos que esta iniciativa es una forma de recordarle al mundo que las mujeres no estamos dispuestas a apoyar con la complicidad de nuestro silencio, las políticas de muerte y violencia en las que se sustenta el capitalismo racista contemporáneo. El actual periodo de globalización económica y reformas estructurales neoliberales ha profundizado la desigualdad de nuestras sociedades y con ello ha acentuado la feminización de la pobreza.
A las violencias estructurales de la precarización laboral y la sobre explotación del trabajo femenino, se han añadido las nuevas violencias que la militarización del país y la llamada “guerra contra el narcotráfico” han traído a la vida de las mujeres. En el caso de México, la impunidad y la complicidad del Estado con el crimen organizado han posibilitado el aumento de los feminicidios : cada día se cometen 7 asesinatos contra mujeres. La crueldad con la que son violentados los cuerpos femeninos parece ser parte de las estrategias de terror utilizadas por los grupos armados que se enfrentan en esta guerra no convencional. Algunas perspectivas feministas han señalado que la violencia hacia las mujeres ha dejado de ser un efecto colateral de la guerra y se ha transformado en un objetivo estratégico de este nuevo escenario bélico. Rechazamos esta “pedagogía de la crueldad” que se ha centrado en los cuerpos femeninos, sobre todo de mujeres pobres, racializadas y trans.
Con el paro exigimos un alto a la violencia contra las mujeres migrantes que diariamente cruzan fronteras geográficas y simbólicas, enfrentándose a violencias inimaginables no sólo en los Estados Unidos, sino también contra quienes llegan a nuestro país desde Centro y Sudamérica y sufren violencias similares o peores a las que viven las mujeres mexicanas y latinas del otro lado de la frontera. Las mujeres migrantes buscan una vida digna para ellas y sus familias. Nosotras repetimos : Ningún ser humano es ilegal y alto a la criminalización de la migración.
Unimos nuestras voces al paro internacional de mujeres para recordar que miles de mujeres indígenas, afrodescendientes y campesinas están siendo despojadas de sus tierras y desplazadas por megaproyectos, muchas veces en complicidad con la violencia del crimen organizado y la anuencia de los Estados nacionales. En la lucha por la defensa de la tierra, mujeres han sido asesinadas, desaparecidas y violentadas. Exigimos justicia para ellas.
Llamamos a parar para exigir un alto a la criminalización de las mujeres que se han convertido en “presas de la estadística” en la guerra contra el narcotráfico, o en víctimas de legislaciones estatales que siguen criminalizando la interrupción del embarazo y penalizándolo con el encarcelamiento.
Paramos también porque queremos visibilizar esa violencia cotidiana que vivimos en nuestras calles, en los espacios laborales, de estudio y esparcimiento. El cuerpo de las mujeres se ha vuelto el espacio mínimo en que se desata esta guerra del capital contra la vida. ¡Nos queremos vivas, ni una muerta menos !
Por todo lo anterior y para reclamar la dignidad y la justicia que merecemos, ¡nosotras también paramos ! Parar es poner un alto para reflexionar y visibilizar la magnitud de la violencia que actualmente vivimos y sufrimos. Parar también es afirmar nuestra fuerza, un modo de reconocernos en esta lucha y de extender la organización. Porque sólo a través de la sororidad y del reconocimiento de nuestras potencias podremos detener el horror, este 8 de marzo ¡PAREMOS !
Gisela Espinosa Damián, Mariana Favela, Oscar González Gómez, Raquel Gutiérrez, Rosalva Aída Hernández Castillo, Verónica Renata López Nájera, Sylvia Marcos, Márgara Millán Moncayo, Mariana Mora Bayo, Meztli Yoalli Rodríguez Aguilera, Guiomar Rovira Sancho.