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América latina

Luchas sociales, justicia contextual y dignidad de los pueblos

Una selección de artículos por filósofas/os y pensadoras/es latinoamericanos y europeos que tratan de dar cuenta del deterioro creciente de los espacios democráticos en nuestras sociedades, del atropello creciente de los derechos económicos-sociales y del avance de la inhumanidad en las relaciones internacionales que se despliegan desde la pequeña isla de Haití hasta el sur de América, poniendo en jaque las exigencias contextuales de la justicia.

> Disponible en pdf abajo.

Por M. Maesschalck, P. Guadarrama, E. Cruz, A. Guerrero, S. Reding, A. Gómez Muller, L. Tovar, V. Aguilar, J. Paz y Miño, F. Simbaña, F. Tubino, J. Viaña, M. Rezende, J. Pizzi, S. López, Y. Acosta, M. Rubinelli, A. Bonilla, E. Vior, F. Mare, J.M. Aguirre Oraa y R. Salas A.

Introducción

El título de este libro Luchas Sociales, Justicia contextualizada y Dignidad de los pueblos alude a las denodadas luchas de los Pueblos de la Tierra por encontrar un destino digno en medio de economías cooptadas por el Capital que prosiguen procesos arrolladores caracterizados por injusticias, iniquidades y exclusiones. Ha sido escrito por veinte filósofas/os y pensadoras/es latinoamericanos y europeos que tratan de dar cuenta del deterioro creciente de los espacios democráticos en nuestras sociedades, del atropello creciente de los derechos económicos-sociales y del avance de la inhumanidad en las relaciones internacionales que se despliegan desde la pequeña isla de Haití hasta el sur de América poniendo en jaque las exigencias contextuales de la justicia. Las y los colaboradores participamos de los procesos de nuestros países y preocupados por la ausencia de horizontes claros, derivados del tenor de los acontecimientos políticos-sociales acaecidos en nuestra América en estos últimos tiempos, nos hemos coordinado para sumarnos a una obra política donde se exponen situaciones actualizadas que acaecen en nuestros países desde un punto de vista filosófico-político. A partir de esta obra pretendemos dar cuenta de ciertos aprendizajes de una América que se la ha tildado de bifronte, asimétrica, desigual y descentrada, pero que continúa siendo un proyecto político compartido de convivialidad plural que se erige como utopía Nuestramericana.

Como la filosofía y las ciencias sociales nos demuestran en la era contemporánea, la realidad sociocultural de cualquier continente resulta siempre un entramado complejo que requiere ser interpretado y mediatizado apropiadamente a partir de categorías acordes a los contextos socio-históricos que nos permiten observar parte de los principales fenómenos sociales, interpretarlos para proyectar la pluricausalidad de cada una de las estructuras sociopolíticas y culturales que nos rigen. Así es posible proponer compromisos que nos permitan generar acciones colectivas y ; sobre todo, velar, en todo momento, por asumir las complejas implicancias que tienen estas comprensiones críticas especialmente para un tipo de política definido desde el poder fáctico de la elites, y que ha subordinado los intereses y necesidades de las clases sociales postergadas, de los pueblos indígenas y afrodescendientes, y también de los migrantes, de los desplazados y tantas otras formas en que se expresa la pobreza y la marginación en nuestras sociedades.

Se trata de describir a partir de esta matriz plural un modelo que tiende a hegemonizarse para el conjunto de nuestras sociedades americanas de carácter eminentemente asimétrico y que se hace en contra de los pueblos y de su dignidad. Nuestra América y/o Abya Yala comparten historias comunes donde las luchas por la emancipación emergieron en distintos contextos históricos como en los descubrimientos, colonizaciones y procesos de independencia que instalaron lógicas de violencia y de despojo que se mantienen en la actualidad. En este doloroso contexto histórico lo que han experimentado los pueblos indígenas y afrodescendientes sólo corresponde a una parte de las luchas de resistencia y de descolonización que perduran hasta el día hoy. Nuevos sectores sociales emergentes se agregan a este listado de sufrimientos sociales que se destacan hoy en los migrantes, en los desplazados y en los grupos sexuales, por indicar sólo algunos. Con esto queremos destacar que cada época nos muestra los principales desafíos y obstáculos de los países por superar, y en este libro colectivo nos interesa mostrar la relación profunda que tienen las luchas de resistencia y de descolonización de los pueblos latinoamericanos con los modelos económicos y políticos hegemónicos, llevados adelante, en algunos países, desde los años 80 del siglo pasado.

El caso chileno, que será mencionado en muchas ocasiones en este libro, resulta paradigmático pues mucho antes que se disolviera la “polaridad” del mundo que se construyó después de la segunda Gran Guerra de las potencias económicas del siglo XX, se proyectó un modelo constitucional durante la Dictadura Militar (1973-1990), como una propuesta sociopolítica, económica y cultural que se hizo conocida fuera de Chile como el “milagro chileno” pero donde dicha fórmula exitosa olvidaba destacar las consecuencias sociales y económicas. Nunca se indicó que al instaurarse el modelo neoliberal sui generis, de una forma experimental, no se implementaba en las economías exitosas y poderosas. En Chile, a diferencia de lo acontecido en otros países, este modelo se implementó como un verdadero “laboratorio neoliberal” al alero de la dictadura militar de 1973. Posteriormente se propondrá exportar dicho modelo a toda América Latina y el Caribe, incluso más allá de ella.

Aún no se ha profundizado lo suficiente en las evidencias que darían cuenta que el agotamiento de este sistema singular se deberá a profundas falencias y limitaciones de los procesos democráticos consolidados luego de las postdictaduras. Las movilizaciones sociales transversales que han acaecido en toda Nuestra América en estos últimos años nos permiten evidenciar que nos encontramos en un Continente donde los países tienen sus nichos problemáticos y que ningún país posee recetas para ofrecérsela a los demás y donde cada uno necesita avanzar en sus propios derroteros a pesar de la injerencia e intervención de organismos multinacionales. Esto resulta particularmente relevante para comprender las persistentes intervenciones y colaboraciones de los Gobiernos norteamericanos por desestabilizar a los gobiernos populares que proponen medidas que no resultan convenientes para los grandes inversionistas de Wall Street y para las empresas multinacionales asentadas en USA. Cabe mencionar que las fórmulas neoliberalistas no nacen primigeniamente en nuestros países, sino que nacen al alero de procesos en que la hegemonía del Capital define el destino de nuestros pueblos. Estas situaciones emergentes llevan a repensar el destino de las fronteras del Norte y del Sur como nos lo muestran las oleadas de migrantes latinoamericanos y caribeños que pujan por ingresar a ciertas tierras donde se encuentra el trabajo y donde se aspira a consolidar mejores oportunidades para los proyectos vitales familiares.

Al acoger esta invitación a ser parte de una obra comunitaria que no solo responde al presente, sino que se encuentra enraizada en convicciones y compromisos ligados con una memoria de solidaridad continental, aparecen varios episodios similares en este encuentro de los pueblos por su plena Dignidad. En este sentido, compartimos la búsqueda por pensar reflexiva y críticamente la conflictiva y problemática realidad económico social latinoamericana ya enunciada primigeniamente por las teorías de la dependencia, las teologías de la liberación, las filosofías contextuales y el pensamiento crítico, a fin de proponer algunas ideas, experiencias e intuiciones que nos entregan las disímiles crisis de los diferentes países y territorios de vida. En el ejercicio de compartir y profundizar, reflexiva y críticamente, estas heterogéneas experiencias de asimetrías y desigualdades se trasunta un pensar crítico y reflexivo que permite dar cuenta de la acumulación de experiencias históricas de injusticias y de postergación social, vividas por sectores populares, que se arrastran desde hace varias décadas, y que sigue siendo preponderante en la política latinoamericana actual.

Esta necesidad de repensar las formas de dominación, discriminación y subalternación vigentes nos obligan a practicar procesos pluri y transdisciplinarios que, salvo algunas excepciones, no se encuentran expresadas en las instituciones académicas. Por ello cada una de nuestras perspectivas se enraízan en la matriz del pensamiento crítico latinoamericano compartido hace décadas por diferentes luchas sociales e intelectuales. Entrecruzando cada una de estas miradas contextuales compartimos que más allá de las diferencias existentes en América Latina y el Caribe tenemos una historia común, con varios procesos similares que nos ligan desde la Conquista, la Colonia y el modo como se construyeron las principales instituciones republicanas en nuestras tierras. Algunas de las problemáticas tratadas aquí son claramente políticas ya que conciernen a tópicos acerca del debilitamiento de la democracia, la frágil representatividad, las renovaciones, los cambios de las cartas fundamentales, la protección efectiva de los derechos humanos, la presencia creciente del narcotráfico entre otros elementos. Otras refieren a la perdida creciente de los niveles de satisfacción frente a un tipo de macroeconomía que construyen los mercados globales en la creación de múltiples necesidades para sectores privilegiados del planeta, el encarecimiento y el deterioro de la vida doméstica y ambiental producida en la mayoría de los países, la pérdida de los derechos sociales en áreas tan sensibles como educación, salud y la previsión social. Asimismo, referimos a cuestiones de índole filosófica que se relacionan con la dignidad de las personas y de los pueblos, la vigencia de los derechos humanos en el amplio sentido del término, el sentido de la vida en común y de los bienes comunales. En último término refieren a tipos de economías, formas políticas y culturas globales que construyen sociedades desde una matriz panracionalista que da la espaldas a las comunidades de vida a partir de la instalación de estructuras hegemónicas de un sistema-mundo ligado a una cultura de la globalidad que responde más bien a los intereses estratégicos de un modelo de relaciones, que favorece a las elites de economías poderosas, que a la consolidación de dinámicas que releven una política contextualizada apropiada a los pueblos en pos de la creación de la Utopía de una humanidad solidaria.

Como todas y todos sabemos en los últimos años y meses hemos sido testigos de cómo, a través de diferentes contextos sociohistóricos, situaciones económicas estructurales, y acontecimientos coyunturales imprevistos y vicisitudes específicas en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Haití, México, Perú, Uruguay y Venezuela han surgido movimientos masivos de protesta social. Esta situación, que también se ha dado en otros países fuera del continente, se manifiesta en diversos tipos de manifestaciones y protestas populares que exigen a la clase política de cada país, a los Gobiernos elegidos y a las instituciones estatales proponer unas formas políticas que asuman las necesidades de las mayorías, que el poder delegado se proyecte en asumir un mayor compromiso con la justicia social, avanzando substantivamente en la defensa de los derechos sociales, políticos y económicos.

Muchas de estas protestas sociales son reacciones masivas a decisiones que no responden a las necesidades de los pueblos y que tienden, por lo general, a disciplinar lo social y cultural en relación con matrices económicas que se derivan de una manera de concebir la economía de forma internacional al alero de lo que algunos conocen como “ideología neoliberalista”. Cualquiera sea el prototipo o las formas específicas de esos neoliberalismos y la fuerza efectiva que predomine en nuestros países, la fuerza de estas movilizaciones ciudadanas masivas se va expandiendo de la misma forma que la confianza y la legitimidad de la clase política disminuye por sus vinculaciones y compromisos con intereses económicos que se encuentran fuertemente cuestionados. En este contexto, las relaciones espurias entre la actividad empresarial y los representantes políticos amenazan seriamente el sentido fundamental que debiera asumir una política democrática que pretenda respetar los derechos de todas/os las/os ciudadanas/os, considerando que es justamente aquí donde se juega la dignidad de los pueblos. Los fenómenos ligados a la corrupción, al nepotismo y al enriquecimiento ilícito han contaminado decididamente la acción de los Gobiernos, de los representantes políticos y de las fuerzas armadas y policiales.

El ejemplo por antonomasia de estos procesos de revueltas populares han sido las demandas que se han desencadenado en Chile durante los últimos meses. El llamado “estallido social” –como se denomina en los medios chilenos- ha constituido la revuelta popular más importante de los últimos tiempos de democracia postdictadura. Los hechos iniciados en octubre de 2019, en muchos lugares de Chile, no han logrado ser detenidos por las promesas de cambio propuestas por la clase política y que coincide con tiempos estivales. Estos hechos que prosiguen esporádicamente en diferentes lugares de Chile, nos sitúan frente a un complejo movimiento social popular y espontáneo que dura hasta el día de hoy, bien iniciado el 2020, en momentos en que se edita este libro, y que es probable que prosigan en los meses venideros cuando se inicie el año chileno.

Se sigue insistiendo y buscando hasta hoy expresar diferentes buenos deseos y voluntades para poner en cuestión las condiciones estructurales de desigualdad e injusticia social ligadas a un tipo de Constitución Política que impide transformaciones estructurales respecto a principios y normas que definen sistemas decisivos ligados, principalmente, a la educación, a la salud y a la cobertura de las pensiones. Las protestas sociales chilenas no sólo constituyen una crítica al gobierno, sino también a un orden de cosas donde las críticas a los representantes de las instituciones del país, el cuestionamiento a los partidos políticos y a las instituciones de la elite, resulta innegable. Las movilizaciones sociales continuas en Chile no pueden comprenderse de ningún modo sin reconocer esta falta reiterada de acceso a estos derechos esenciales que ha sido avalada por una Constitución, promulgada en tiempos de dictadura, que resguarda y asegura espacios autoritarios de poder y que se promulga al alero de un modelo neoliberal que se ha consolidado como un modelo hegemónico de producción de riqueza por más de 40 años, siendo defendida aún hoy en día por sectores empresariales y ultraconservadores. La crítica del movimiento social es, sin lugar a dudas, una crítica profunda a las consecuencias de los procesos ligados a esta herencia militar.

Se trata entonces de un libro que se posiciona desde el pensamiento político y define aspectos centrales de la situación político-social por lo que refiere a muchas situaciones políticas contingentes que son críticamente analizadas desde los parámetros de las ciencias sociales y de la filosofía política, imbuidas de lo esencial del pensamiento crítico latinoamericano contribuyendo a desentrañar los complejos procesos que viven las economías y las estructuras políticas de la región. Más allá de la constatación sobre la desinformación que generan los medios masivos de comunicación, que dan cuenta de manera tendenciosa de los acontecimientos que no favorecen a los gobiernos o sectores empresariales para los que trabajan queda en claro que invisibilizan fenómenos que se consideran irrelevantes para una visión política latinoamericana.

Refiramos algunas breves palabras acerca de los veinte artículos que componen este libro.
Todos los textos aquí reunidos fueron redactados por sus autoras y autores entre noviembre del 2019 y enero del 2020. Cabe mencionar que la totalidad de los artículos parten de una convicción sociopolítica de que lo que vive cada autor/a de su propia sociedad y de los movimientos sociales en que militan. La sociedad chilena, mutatis mutandis, es considerada en algunos trabajos como horizonte, en otros casos es vista compartiendo de algún modo rasgos comunes con otras sociedades y otros países donde también existen profundas asimetrías económicas, políticas y culturales de larga data, acrecentadas por políticas y/o gobiernos que defienden normativas de tendencia neoliberalista. En este sentido, muchas de las reflexiones que la mayoría de los autoras/es proponen ya son conocidas por el público especializado en asuntos políticos y valoran sus largas trayectorias disciplinarias, compromisos sociales y políticos, de manera que las temáticas de estos textos ya se encuentran desarrolladas con mayor detalle en otras obras y artículos publicados con antelación, los que no siempre pueden encontrarse fácilmente. La mayoría de las y los autores de este libro valoran las luchas sociales que se han vivido históricamente en Chile, reconocen parte importante de la historia del país por lograr transformaciones que aseguren una mayor justicia social, y han escrito los trabajos que aquí presentamos como una forma de fecundar una reflexión política a partir de todos.

En este sentido, todos los textos aquí reunidos tienen una relación estrecha con la larguísima tradición de lucha y de emancipación que ha caracterizado al pensamiento crítico latinoamericano y que sigue vigente en las movilizaciones, en las resistencias y en las luchas sociales de hoy en día y de lo que adviene. Esto confirma que no se trata sólo de un tema relacionado con el presente, sino de una reflexión que tiene relación con la memoria social y política de nuestros países, pero por sobre todo por el futuro de un proyecto político nuestroamericano.

A pesar de los diferentes estilos y enfoques de cada uno de los textos y a pesar de los temas y tópicos heterogéneos, se observa en todos los artículos presentados una aguda crítica político-cultural al dar cuenta de las diversas propuestas que han levantado los gobiernos de la región frente a una mayoría popular que no es considerada por estas iniciativas. Aquí, se valora la intuición ético-política de una población indignada que manifiesta su desaprobación frente a políticas impulsadas por los intereses de las grandes empresas y multinacionales a partir de la participación en diversas manifestaciones que han emergido creativamente en los espacios públicos y, preferencialmente, en las calles de nuestras ciudades latinoamericanas. Se trata así de valorizar múltiples experiencias de protagonismo social de movimientos sociales que se expresarían en los hechos y en la concreción misma de contextos sociopolíticos diferenciados. A esta situación el filósofo mendocino Arturo Andrés Roig se refería al señalar la confrontación entre la “eticidad del poder” y la “moralidad de la protesta”.

La mayoría de los textos aquí compendiados tratan de entender, en un doble movimiento, los graves conflictos políticos que vienen emergiendo en casi todas las sociedades latinoamericanas donde la razón de Estado busca imponerse a través de políticas, leyes y medidas que incentivan la internacionalización económica que favorece, la mayoría de las veces, a unos pocos sectores privilegiados en detrimento de una gran mayoría de la sociedad civil que protesta por la proliferación de una serie de injusticias, asimetrías y desigualdades que van en contra de derechos sociales cada vez más menguados y diluidos en discursos y declamaciones retóricas.

En este contexto este libro de carácter ético-político busca generar un diálogo con los conocimientos, saberes y prácticas de colectivos, organizaciones sociales y pueblos indígenas que cuestionan estos conocimientos de proveniente de una economía panracionalista que predomina en nuestros países y que nos hace observar de múltiples maneras la inhumanidad de dichas prácticas económicas formalizadas. Estos movimientos sociales, a pesar de ir muchas veces en contra de los discursos mediáticos pro-gubernamentales, han surgido casi siempre a partir de una reacción espontánea que en algunas ocasiones ha sido sistematizada por algunas organizaciones civiles.

Por todos los elementos mencionados nos propusimos co-editar y reunir en un solo libro de carácter filosófico y político, lo fundamental y lo contingente del debate latinoamericano como una manera de poder reunir y tensionar varios trabajos y reflexiones recientes de colegas de varios países en su búsqueda por comprender críticamente la complejidad económica y política desde la exposición de situaciones y hechos concretos que se despliegan de las principales críticas a las decisiones y formas neoliberalizadas en acción. Esta heterogeneidad ideológica permite reivindicar las diversas luchas de los Pueblos de la Tierra que, hoy en día, constituyen las únicas demandas de una justicia que brote desde abajo, que permiten asegurar una ética y una política orientadas a preservar plenamente una cultura humana de la dignidad para todas y todos.

Tenemos la plena convicción de que este texto contribuirá en la búsqueda de un camino común por comprender los aspectos generales y específicos del difícil trance que vivimos hoy en diferentes países de la región. En este sentido, se proponen algunos nuevos derroteros que nos permitan repensar la democracia y avanzar en la conquista de la dignidad de los pueblos. No se trata, pues, de emprender únicamente tareas colectivas pequeñas ya que estamos en un momento clave de la vida planetaria, en que los grandes desafíos que surgen de una economía global insustentable y con sus diversas consecuencias planetarias insoslayables requieren de nuevas acciones mancomunadas desarrolladas conjuntamente entre distintos países.

Agradecemos a todas las personas e instituciones que participaron en la génesis, elaboración y edición de este libro colectivo. Valoramos la enorme generosidad y plena confianza de todos los colaboradores en un proyecto colectivo de pensar la política de la Patria Grande. Asimismo, valoramos al trabajo de traducción que compartimos con Jovino Pizzi y Cristián Valdés, grandes colegas y amigos, y también al trabajo significativo de Macarena Salas para corregir y clarificar los textos recibidos y, por último, a nuestro Editor, Manuel Loyola, quien confió desde el inicio en este nuevo proyecto editorial latinoamericanista.

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