Pour une version français de ce texte : voir le document joint
For an english version of this text : see the attached document
La situación mundial y la crisis
La situación mundial se caracteriza por la hondura de la crisis estructural de la
globalización capitalista. Las cuatro dimensiones de la crisis, social, geopolítica,
ecológica e ideológica, se tratarán en Dakar. Se tratará la crisis social desde el
ángulo de las desigualdades, de la pobreza, de las discriminaciones, entre otros. La
crisis geopolítica se tratará desde el ángulo de las guerras y los conflictos, del
acceso a las materias primas y de la emergencia de nuevas potenciales mundiales.
La crisis ecológica estará presente a través del cambio climático, del agotamiento de
los recursos naturales, del agua, del acaparamiento de las tierras, de la
desertificación, de la biodiversidad... La crisis ideológica se debatirá desde el ángulo
de las ideologías de seguridad, del cuestionamiento de las libertades y de la
democracia, de la cultura, de la ciencia, de la modernidad. Se profundizará la
hipótesis de una crisis de civilización, muy presente desde el Foro Social de Belém.
La evolución de la crisis revela una situación contradictoria. Los análisis del
movimiento altermundista son aceptados y reconocidos y contribuyen a la crisis de la
ideología neoliberal. Las propuestas que surgen de los movimientos se consideran
como base de referencia ; por ejemplo, el control del sector bancario y financiero, la
supresión de los paraísos fiscales y judiciales, los impuestos internacionales, el
concepto de seguridad alimentaria, considerado no hace mucho como una
verdadera herejía, están en el orden del día del G8 y del G20. Sin embargo, no se
traducen en políticas viables ; son desviadas y recuperadas y chocan con la
arrogancia de las clases dominantes muy seguras de su poder.
La validación de las hipótesis se traduce en una cierta banalización de la palabra del
movimiento. Se necesita precisar las perspectivas y dar más espacio a un debate
estratégico, a la articulación entre lo urgente y el largo plazo, las resistencias y la
transformación profunda. La situación demuestra la doble naturaleza de crisis, la
imbricación entre la crisis del neoliberalismo, que es una fase de la mundialización
capitalista y una crisis del capitalismo en sí, una crisis de sistema que puede
interpretarse como una crisis de civilización, la de la civilización occidental que se
impuso a inicios del siglo XV.
En esta situación, las alianzas estratégicas deben responder a una exigencia doble.
La primera exigencia es la lucha contra la pobreza, la miseria, las desigualdades, la
precariedad, los ataques a la libertad en el mundo, para permitir una mejora de las
condiciones de vida y de expresión de los sectores populares directamente
afectados por las políticas económicas y sociales imperantes. La segunda exigencia
demuestra que otro mundo posible y necesario pasa por la ruptura con los modos de
producción, de consumo y de redistribución económica, social, ecológica, con las
relaciones geopolíticas impuestas en las últimas décadas y los modelos
democráticos planteados por occidente.
Tres propuestas surgen como respuestas a la crisis : la del neoconservadurismo que
propone mantener la lógica dominante de los privilegios que le son inherentes al
costa de restringir libertades, de seguir profundizando las desigualdades y la
extensión de los conflictos y las guerras ; la de una refundación profunda del
capitalismo propuesta por los defensores del “Green new-deal” que propone una
regulación mundial, redistribuciones relativas y una promoción voluntarista de las
“economías verdes” ; la de una alternativa radical, ecológica y social que corresponde
a una superación del actual sistema dominante. El espacio del Foro Social Mundial
agrupa a todos quienes rechazan la opción neoconservadora y la continuidad de la
lógica neoliberal. Constituye un espacio de discusión dinámico y evolutivo entre los
movimientos que se sitúan en la perspectiva del “Green new-deal” y aquellos que
abogan por alternativas radicales.
La referencia al contexto africano
El Foro Social Mundial de Dakar priorizará varios temas esenciales que la referencia
al contexto africano evidenciará mucho mejor. Se insistirá sobre la posición de África
en la situación mundial y en la crisis. África es un revelador y un analizador de la
situación mundial. África no es pobre, está empobrecida. África no está
marginalizada, está explotada. Es indispensable para el equilibrio financiero y
ecológico del mundo por sus materias primas y sus recursos naturales y humanos
que son codiciados tanto por los países del norte como por los países emergentes,
con la complicidad activa de una parte de los dirigentes de los Estados africanos.
También se priorizará la descolonización como proceso histórico inacabado. La crisis
del neoliberalismo y de la hegemonía norteamericana inscribe la posibilidad de una
nueva fase de descolonización, así como el debilitamiento de las potencias
coloniales europeas. La representación Norte-Sur está cambiando, lo que no anula
las contradicciones geopolíticas y económicas entre el Norte y el Sur.
También se pondrá el acento sobre las diásporas y las migraciones como tema
estructural de la mundialización. Este tema se tratará en base a la situación actual
de los migrantes y sus derechos. Se inscribirá en una visión histórica a partir de un
análisis de la trata de esclavos. Se pondrá en perspectiva a partir del rol económico
y cultural, cada vez más importante, de las diásporas.
Se priorizará la evolución del sistema internacional, las instituciones internacionales
y las negociaciones internacionales. Se tratará con especial interés los temas que
muestran la imperiosa la necesidad de una regulación mundial : los equilibrios
ecológicos, las migraciones y las diásporas, los conflictos y las guerras.
Situación de los movimientos sociales y ciudadanos
La convergencia de movimientos que constituye el espacio del Foro Social Mundial,
es objeto de resistencias a nivel social, ecológico y democrático. Las luchas sociales
se prolongan en las luchas ciudadanas en pro de las libertades y en contra de las
discriminaciones. Las resistencias son indisociables de las prácticas concretas de
emancipación que defienden los movimientos.
La orientación estratégica de los movimientos se estructura entorno al acceso a los
derechos para todos, a la igualdad de derechos y al imperativo democrático. Los
movimientos acarrean un nuevo movimiento histórico de emancipación que prolonga
y renueva los anteriores movimientos. Un nuevo periodo de emancipación posible se
define entorno a la definición de los derechos, de su aplicación y de su defensa. Ello
implica revisar la concepción que las distintas generaciones han tenido de los
derechos : los derechos civiles y políticos formalizados por las revoluciones del siglo
XVIII, reafirmados por la Declaración universal de los derechos humanos,
completados por el rechazo de los totalitarismos de los años 60 ; los derechos de los
pueblos que se apoyan en el movimiento de la descolonización y que giran entorno
al derecho a la autodeterminación, al control de los recursos naturales, al derecho al
desarrollo y al derecho a la democracia ; los derechos económicos, sociales y
culturales especificados en la Declaración universal y precisados por el Protocolo
adicional adoptados por la Asamblea general de las Naciones Unidas en 2000.
Está surgiendo una nueva generación de derechos. Corresponde a la expresión de
la dimensión planetaria y a los derechos que se definen en la búsqueda de otro
mundo distinto de la globalización imperante. En este sentido, se plantearán dos
cuestiones en Dakar : los derechos medioambientales en la perspectiva de la
preservación del planeta ; los derechos de los migrantes y de las migraciones que
nos incitan a reflexionar sobre las fronteras y sobre la organización del espacio
mundial. El FSM de Belem ha recalcado el interés de que los movimientos tengan un
enfoque que abarque las distintas dimensiones de la problemática ecológica, ya se
trate del clima, del agotamiento de los recursos naturales o de la biodiversidad, del
acaparamiento del agua, de las tierras y de las materias primas. El FSM de Dakar
llamará la atención sobre un nuevo enfoque de las migraciones relacionando las
migraciones y las diásporas y la Carta mundial de los migrantes.
El FSM de Dakar también será un espacio para interrogarse sobre la
descolonización inacabada y sobre el inicio de una nueva fase de descolonización.
En esta perspectiva se sitúa la evolución de las relaciones entre el Norte y el Sur. Es
obvio que la representación Norte-Sur está cambiando ; desde el punto de visa de la
estructuración social, hay un Norte en el Sur y un Sur en el Norte. La emergencia de
grandes Estados está modificando el equilibrio económico y geopolítico mundial. Hay
más de treinta Estados que están experimentando un ascenso espectacular y a los
que se puede considerar como emergentes. Sin embargo, las formas de dominación
siguen siendo determinantes en la organización del mundo. La noción de Sur sigue
vigente.
El Foro social mundial resalta una nueva problemática, la del papel histórico y
estratégico de los movimientos sociales y ciudadanos del conjunto de países
emergentes, con relación a su Estado y al lugar que ocupan dichos Estados en el
mundo con vistas al futuro. Esta problemática que ya estuvo presente en otros foros, especialmente con el papel de los movimientos brasileños e indios, cobra aquí una
importancia estratégica con la evolución geopolítica ligada a la crisis.
El Foro social mundial es un espacio de encuentro de movimientos de distintas
índoles y de distintas regiones del mundo. Dicho encuentro ya empezó con las redes
que agrupaban a los distintos movimientos naciones. Dos tendencias se consolidan
con el proceso de los foros. Primero, el acercamiento entre los movimientos por
región, por sus características y por su situación específica. Por ejemplo, los
movimientos en América Latina, en América del Norte, en el Sur de Asia y en
especial en India, en el Sudeste asiático, en Japón, en Europa y en Rusia. El Foro
social mundial de Dakar se caracterizará por dos evoluciones importantes. La
envergadura que han ido adquiriendo los movimientos de la región Magreb-Machrek
en el 2010 y la preparación del foro de Dakar. La fuerza del movimiento social
africano será patente en Dakar, a partir de los movimientos campesinos, sindicales
de asalariados, de mujeres, de jóvenes, de habitantes, de migrantes y de
desplazados, de los grupos culturales y originarios, de los comités contra la pobreza
y la deuda, del sector informal y de la economía solidaria, etc.
Dichos movimientos son visibles, a través de su convergencia y su diversidad en las
subregiones africanas, en África del Norte, sobre todo en el Magreb, en África del
Oeste y central, en África del este y en África Austral.
En el marco del Foro social mundial de Dakar, una pregunta clave será la de las
salidas políticas de las movilizaciones sociales y ciudadanas. Se trata al mismo
tiempo de la expresión política de los movimientos y de su representación en las
instituciones, en el escenario político y el gobierno de los Estados. A nivel del
conjunto de los movimientos, la reflexión avanza sobre la necesidad de precisar,
mediante una nueva cultura política, la relación entre poder y política. El proceso de
los FSM ha sentado las bases de esta nueva cultura política (horizontalidad,
diversidad, convergencia de las redes ciudadanas y de los movimientos sociales,
actividades autogestionadas...) pero aún debe innovar en varios ámbitos de la
política y del poder para poder así superar la antigua cultura política que aún
predomina. Por otra parte, la traducción política de los avances de las movilizaciones
depende de las situaciones. Se diferencia en función del tipo de institución y de las
representaciones políticas : a nivel local, con la posibilidad de influir en las decisiones
de las autoridades locales ; a nivel nacional e internacional con el gobierno de los
Estados, los regímenes políticos y las instituciones internacionales ; a escala regional
y mundial con las alianzas geoeconómicas y neoculturales y con la construcción de
una opinión política mundial y de una conciencia universal.
El proceso de los Foros Sociales Mundiales
Tras el Foro social de Belem, durante el año global de acciones 2010, más de
cuarenta acontecimientos han mostrado el dinamismo del proceso. Entre otros, el
foro de los diez años de Porto Alegre, el foro social de Estados Unidos, el de México
y el foro de las Américas, varios foros en Asia, el foro mundial de la educación en
Palestina, más de ocho foros en el Magreb y en el Machrek, etc. Cada
acontecimiento asociado se ha decidido y organizado a través de un comité de
iniciativa local, el cual se refiere a la Carta de principios del Foro social mundial,
adopta una metodología que le da un espacio importante a las actividades
autogestionadas y declara su iniciativa en el Consejo internacional del FSM. Esta
multiplicación abre una perspectiva de extensión del proceso de los foros. Ha
cobrado una forma distinta con los “foros ampliados” que consisten en asociar a un
foro, mediante Internet, iniciativas locales en distintos países. De tal modo, durante
el Foro mundial de la educación en Palestina, más de cuarenta iniciativas se
asociaron a las diversas manifestaciones de Ramallah. Las iniciativas asociadas al
“Dakar ampliado” innovarán en el proceso de los foros.
La preparación del FSM de Dakar se ha apoyado en los acontecimientos del año
global de acciones 2010 y en una serie de iniciativas cuyo objetivo era fomentar la
convergencia de las movilizaciones y que ha permitido explorar nuevas pistas en
materia de organización y de metodología de los foros. De tal modo, ya se están
viendo las caravanas que convergen hacia Dakar, pasando por el foro de las
mujeres de Kaolack, las jornadas sobre las migraciones y las diásporas, las
asambleas de convergencia para las acciones, los foros asociados (la Asamblea
mundial de los habitantes, de la ciencia y la democracia, sindical, de las autoridades
locales y de las autoridades locales periféricas, de los parlamentarios, de la teología
de la liberación etc.)
Después de Dakar, se iniciará un nuevo ciclo de procesos de foros sociales. La
consolidación del proceso de los foros sociales podría sumarse a las grandes
movilizaciones que como Rio+20, las movilizaciones por el G8-G20 y otras, aceptan
la dinámica. Se las reconocería como acontecimientos asociados a los foros,
reanudando así con las movilizaciones que, como en Seattle en 1999, han
contribuido a su difusión.